Cooperativas: de ignorantes y necios

“Cómo se llaman esos pajaritos tan raros ? Nunca los había visto!”
Lo ignoro...
“Qué bonitos los ignoritos!”

No hay peor necio que un ignorante.

Una cooperativa es una entidad eminentemente socialista. Lo mismo sucede con una sociedad de fomento o con una sociedad de bomberos voluntarios. Desconocer esto, adrede o no, significaría tener un manejo intelectual conceptualmente erróneo sobre tales instituciones, sobre sus fines, sus alcances, y aún sobre su esencia o la misma razón de su existencia.

Ahora imaginemos que el ignorante en cuestión, además, posee en su esquema mental una tendencia afín con el fascismo, o al menos con el autoritarismo. Por educación, por historia, por genética, porque le resulta fácil o cómodo, por lo que sea.

Y si lo ubicáramos dentro de una comisión directiva de una de estas instituciones... cual sería el resultado de su gestión?

Desacreditaría a todo aquel que no piense como él.
Difamaría producto del desconocimiento de sus semejantes.
Establecería normas y procedimientos de poco sustento democrático.
Creería que no hay leyes ni decretos ni ordenanzas que lo alcancen dentro de su institución.
Ejercería el poder mal entendido, avasallando derechos.
Se burlaría socarronamente si intentan hacerle ver otra realidad.
Repetiría como loro fáciles frases hechas para sentirse importante aunque no sean verdades.
Culparía rápidamente a otros para ocultar sus falencias.
Mentiría asiduamente, casi patológicamente.
Pretendería utilizar la entidad como una SRL, una SA, o como su kiosco para hacer negocios.
Se creería intocable, irreemplazable, inauditable, inimputable...

La base de estas instituciones son su estatuto. Muy comentado, leído por pocos y, a veces, ni siquiera puesto en práctica.

Está claro que si se piensa que una institución es propia, pero de una manera mal entendida, se actúa en consecuencia atravesando la delgada línea que separa las buenas intenciones del autoritarismo y la ilegalidad.

Cual sería la solución?

La participación activa, libre, fraternal, responsable, informada, criteriosa, desinteresada y honorable de todos los integrantes de la institución. Sin miedos, sin bajezas, sin intrigas.

Contrarrestando la ignorancia con sabiduría. No hay otra forma.