26 jul 2013

Obsecuencia y revolución

Obsecuencia y revolución

El camino de la libre discusión y tránsito de ideas tiene por estos días varios piquetes permanentes:

a) Piquete ideológico fundamentalista

Está conformado por quienes endilgan el mote de tibios a aquellos que no se juegan enteros por el oficialismo o la oposición, tradicional costumbre argenta de pretender seccionar en azules o colorados, unitarios o federales, capital federal o interior, desarrollo o ambientalismo, peronistas o antiperonistas, cipayos o nac&pop, corporaciones o pymes, y otras divisiones convenientes únicamente a las minorías con poder real.

b) Piquete de indubitable pertenencia

El cuestionamiento de su apoyo al modelo de Estado instaurado en la última década, para quien critica cualquier acción u omisión de gobierno dando por sentado que existe la perfección en cualquier acción humana, y que está demostrada en los hechos de cada día. Para estar, aceptar sin chistar. 

c) Piquete extremista antigobierno

El más difundido por los medios masivos de comunicación, que no logra encontrar ni una sola acción positiva de gobierno en toda una década que no sea reprobable por corrupción, populismo, compra de votos y voluntades, pérdida de derechos y libertades, sometimiento del Poder Judicial y Legislativo a caprichos del Poder Ejecutivo, y nefastas elucubraciones por el estilo que, según estos piqueteros ideológicos, vienen afectando la Democracia, la República y la Patria.


Transitar sin errar el destino

Moverse por el camino de las ideas sorteando sin consecuencias ni agresiones estos piquetes requiere una visualización clara del objetivo o destino al que se pretende llegar. De nada sirve conocer los obstáculos del camino si, para sortearlos, se termina arribando al lugar equivocado por terminar desorientado.

Estos días preelectorales se juega el futuro: o se sostiene esta base de crecimiento económico y desarrollo social fundamentada en la autodeterminación, o volvemos a ser dirigidos por conveniencias foráneas y de grupos interesados sólo en sus negocios.

Para esto no es necesario ser obsecuentes, sino ser coherentes.

Reconocer falencias y realizar correcciones en el rumbo no necesariamente demuestra un cambio en el objetivo, sino un afirmación de los medios para seguir construyendo sobre los más sólidos cimientos logrados, que son los que sustentarán el futuro.


Mantener un sistema impositivo perimido, complejo, de dificultosa supervisión, en el que el impuesto al consumo es tan generalizado como evadido, no es beneficioso para un futuro mejor. La falta de actualizaciones sobre el impuesto a los altos ingresos no cumple su objetivo, sino que mas bien lo afecta negativamente alcanzando a sectores medios. Las excenciones impositivas a la importación de bienes de capital de sectores mineros y petroleros no colaboran con el desarrollo de la industria nacional, precisamente, así como tampoco ayuda a nuestra economía que exporten los recursos naturales sin procesamiento y por declaración jurada. Hoy un cliente bancario paga Impuesto al Valor Agregado sobre los intereses de los créditos y no sobre la rentas de inversiones financieras o depósitos a plazo fijo, paradojalmente.

Canalizar recursos al estímulo de NUEVAS Pymes o microemprendimientos, en lugar de bondadosos y exagerados subsidios a empresas que están ya en pleno funcionamiento, permitiría diversificar la producción y servicios que continúan altamente concentrados en todos los rubros.

El sobredimensionado sistema de subsidios al transporte en CABA/GBA, donde están los mayores ingresos per cápita del país, podría ser redireccionado a la reconstrucción del sistema ferroviario nacional, permitiendo el ahorro de hidrocarburos y el descongestionamiento del tránsito de camiones de todas las rutas del país.

Una política de firme y real apoyo para las energías alternativas domiciliarias de pequeña escala será imprescindible para afrontar el mundo actual y futuro, en el que sin hidrocarburos no hay producción ni abastecimiento alimentario. En ese sentido, el fomento a la producción agrícola diversificada libre de transgénicos constituye un innegable y beneficioso objetivo social y ambiental. El proceso de fracking para explotar recursos hidrocarburíferos no convencionales evidencia su escasez y que inexorablemente se están agotando.

Un Estado presente no es solamente aquel que brinda excelentes ingresos a sus empleados, que son quienes realimentan el sistema con su importante consumo, sino aquel que fomenta la actividad privada diversa en todos los órdenes a través de incorporar actores que se encuentran hoy fuera del sistema.

Comenzar la desconcentración económica de la producción y los servicios es el gran objetivo nacional del Estado presente apuntando al futuro.

Políticas de Estado necesarias que hay que comenzar a redefinir ahora, para que dentro de 30 o 40 años los jóvenes de hoy tengan oportunidades de supervivencia sin experimentar un caos social mundial, actualmente en gestación ante la ausencia de un cuestionamiento global al sistema por parte de muchos estados.